martes, 7 de febrero de 2012

MÓNICA GAMEROS [5.791] Poeta de México



Mónica Gameros 

(MÉXICO D.F., 1971) 

Directora editorial de Cascada de Palabras, cartonera desde 2010 Embajadora de Buena Voluntad de Mujeres Poetas Mujeres Poetas (Internacional) desde 2011 Editora y directora general de la revista radiofónica GradoCero magazine, transmitida por Radio Mente Abierta Ha publicado diversos libros de POESÍA: Kronos 2006 Caída libre 2007 Estación fin del tiempo 2008 Ideas para volar 2009 Estallido 2010 Notas del refrigerador 2011 Made in Taiwan (Guatemala Letra negra editores) 2011 DASEIN la niña flor (Ecuador,. El Quirófano) 2012 Las alas del verso 2012 Gang Bang 2012 TRÓPICO DE CAPRICORNIO COLECCIÓN LPD, 2013, -libro postal digital- Arte plástico Alvaro Sanchez -guatemala- Poesía Monica Gameros -méxico- Cascada de Palabras, digital, 2013. CÍNICA, Ediciones Lago, 2013 y de narrativa como Dragones (cuento infantil) 2012 Crónicas de una poeta en la Ciudad de México, coedición EdicioneZetina-Lengua de Diablo, 2013. 




KRONOS 2006





[DESAHUCIADA]

Sentada en el banquillo/
convertida en pieza de mármol para el ajedrez/
su lengua soltó el diagnóstico/
Desahuciada dijo la especialista
mientras sonreía
como la burócrata lo hace
con su jefe vitalicio.


Lo dijo con calma acostumbrada/
al ritmo de Ray Coniff en el conmutador/
sinfonola de la aburrida terapeuta.


Recetó acupuntura, hipnotismo, yoga,
pastas aderezadas con whisky o tequila,
kilos de chocolate
y más horas con Morfeo.


Le escuchaba mientras fumaba yerba de olvido,
y pensé en el maldito verdugo que me tortura
con su sádica sonrisa/
con su caricia urticante.


Pensé en mi maldita adicción a ese cabroncete/
quien no deja de reír mientras me azota
contra las paredes de su locura
y me obliga a usar su camisa de fuerza
como vestido de bodas.


Recordé su rostro/
dejé de escuchar a la especialista
y asentí con la cabeza…


Sí claro/ Sí, definitivamente/ Sí, estoy decidida…
le recé mientras me despedía de ella/
Jamás un No/ jamás un Pero/
jamás una duda sobre su elocuente diagnóstico.


Cómo explicarle que el verdugo tiene colmillos/
que nunca ha fingido ser otro/
que al menos
eso le agradezco,
por que/ al menos/
no es hipócrita
como el mundo entero.





[L I B E R T A D]


a Max Rojas por su entereza


Sólo soy polvo de la tierra indómita,
y así quiero permanecer…








[DORMIR SIN TI]


Todo parecía mentira:
el frío/ el vacío de mi cuerpo olvidado/
el vacío de la soledad/
el vacío de la angustia/
la invasión del pánico.


Traté de convencerme de que todos eran pasajeros.
Traté de engañarme/
repitiéndome que no existían/
que me había deprimido la lluvia ligera del día/
que extrañaba al sol
y que todo era química neuronal jugando con mi cerebro.


Exasperada/ lo único que logré en mi mente,
fue verte.


Luego…
Sólo apagué tus ojos.







CAÍDA LIBRE, 2007


LLAMADA URGENTE


A los patriotas que sonríen desde los escombros y la miseria,
resignados a su destino,
con la mirada baja y el orgullo putrefacto.


Escuchen todos aquellos que fabrican sus historias,
que viven venerando al dinero.


Ahora sólo son unos pobres diablos.


Ésta es una llamada urgente a la memoria oxidada,
a la cordura y la decadencia,
a la discreción y la hipocresía.
a las buenas maneras de sonreír y fingir que no pasa nada,
que todo sigue viento en popa,
que nadie se hunde.


Habría que bajarnos del barco sin suspirar por los buenos tiempos;
sin piedad ni misericordia por nadie.


El gigante podría tragarnos uno a uno, reloj en mano;
atados a las prisas por seguir viviendo,
sólo para no darnos cuenta de que en realidad, ya estamos muertos.


Habría que convertirnos en una horda de locos
y todos, a un mismo tiempo,
apretar el botón que destruye la cordura del otro.
Pero, ¡momento!…
que alguien más nos desenchufe del código que nos encierra de 9 a 8.


La locura no es utopía.


Vagaríamos felices y simples.
Nos vestiríamos de palabras.
Calzaríamos nuestros sueños.


Navegaríamos con calma infinita sobre la desesperación,
sobre el absurdo consumo de los segundos vueltos centavos,
de las palabras que mienten,
para no dejar en un hoyo negro las buenas intenciones.


Demos un golpe de Estado contra la paz de las conciencias abotagadas,
cómodamente instaladas en la apatía.


Habría que volvernos locos y olvidarnos de la saludable compañía.
Derogar la costumbre de estar vivos,
sólo porque somos cobardes para morir.


Habría que golpear las murallas del otro;
derrumbar sus fantasías;
agobiarlo con nuestras verdades;
porque sin ellas, vivir es un continuo suplicio,
un ataque de suspiros por el mundo que no es,
que nunca será.


Las estrellas rotas no brillarán, el camino será difuso,
y aquello que llamamos tiempo
se convertirá en hoja y tierra,
en maíz y vida,
en luna, en carne, en hueso,
sin mandamientos,
sin moral.


Bailemos sobre las cenizas del tiempo donde hacen su performance los suicidas
que decretan toque de queda a sus demonios,
siempre al grito del sereno fugaz.


Olvidemos la cordura porque somos rehenes en un campo de concentración.
Perdamos el miedo a la muerte sólo por que nos obliga a no poseer
ni siquiera el cuerpo.


Cantemos con las camisas de fuerza desatadas.


¡Rápido, alguien apriete el botón!
Hay que destruir al mundo,
Renacer en los jardines de la locura donde la libertad no es discurso;
donde las palabras no sostienen un mundo de escenarios vacíos.


Subamos primero a los niños y los ancianos a la nueva arca del profeta,
a quien luego lanzáremos por la borda,
en medio del motín más grande de la historia.
¡No necesitamos el orden de un cuerdo!


Mujeres y hombres vengan desnudos.
Suban impúdicos o quédense en el muelle
y ahóguense en su cómoda sonrisa idiota de no pasa nada,
no pasa nada,
nada…


Locos nos amotináremos contra todos los mecías,
incendiáremos las naves,
apretáremos el botón y despertáremos en los jardines de la libertad.


¡Rápido! Pongan el dedo en la llaga del otro y no sean hipócritas,
no cubran las suyas.


Desconéctense todos de la cordura.
Salten al abismo como los suicidas que deciden partir por sobredosis de vida.
Tiremos piedras a los cruces del camino.
Comamos en el bufete de las ideas perdidas.
Bebamos las mieles de la esperanza,
y quememos los muelles, para flotar infinitos sobre las aguas de la libertad









Mónica Gameros, Cìnica, Ediciones Lago.


CASO PERDIDO

... Y qué mierda me va a decir la psicóloga
si  guarda su miseria bajo el sobrepeso de su vientre,
atacada por la angustia de verse reflejada en mis demonios.

Cómo podría decirle toda la verdad sin que se proyecte en mí
como un espejo de la mujer que
-en realidad-
es ella.
Cómo decirle que respeto sus ideas,
que aprecio su esfuerzo por ajustarme a este rompecabezas,
que es inútil,
que soy pieza de otro juego de mesa.

Cómo decirle que tiene razón,
que su diagnóstico es perfecto: soy ajena;
no pertenezco a nada, nunca he podido,
las multitudes son cardumen sumido en inercia; inadaptada,
no sé obedecer, no sé callar, no sé evadirme; soy antisocial,
me aparto de las eufóricas y fanáticas masas,
propensas a la ceguera,
dispuestas al mute,
adheridas al protector de pantalla.

Cómo le digo que no valoro lo que todos persiguen,
cómo decirle que soy real,
cómo le digo que para mí el dinero no es la medida de nada, de nadie.

Cómo decirle que soy cínica,
que acepto ser contradictoria igual que el resto,
sólo que la mentira me cansa,             y las máscaras,
me gustan nada más,                        
para los días de carnaval...



DESPOSEÍDA

Nací sobre concreto,
gélido destino-pálido propósito,
fruto del azar y del traspié.

Nací desposeída del todo,
del canto ancestral,
de la tradición,
del nombre del patriarca.

Canto en medio del eco neurótico.
Canto en medio del mundo que se quiebra,
que se hunde con el peso de la ausencia.

Desde el caos me lanzo en caída libre.

Como bala perdida,
me convierto en destino.

Desde el rascacielos de la avaricia, salto y canto
sólo para deciros que somos mercancía,
que todos tenemos precio,
que a todos,
se nos vence la garantía.

Salto sin expectativas.
Salto y espero la redención.
No cumplo expectativas impuestas,
no cumplo estereotipos,
me carcomen,
me imposibilitan.

No busco raíces ni ramas.
Sólo busco éxtasis,
sólo quiero mi llama.



PERIFÉRICA

Sí, vivo en el tercer mundo,
vivo y respiro feliz en la periferia de tu paraíso con calefacción,
alejada de tu tierra con aire acondicionado.

Contraria a ti,
no necesito millones de luces como tú
que buscas llenar el tremendo vacío que te habita.

Nunca iré a tu frontera,
no me interesa,
pero, además,
me encantaría que no traspasaras la mía.

Aquí, tu dinero es valioso pero apesta,
mancha, contamina.
Es una costra seca sobre carne podrida,
un charco apestoso en pleno desierto.

¿Qué dices?
¿Que es un mundo libre?
¿Que los intereses de la deuda con tu país no te benefician?

¿Esa deuda que han multiplicado de forma grosera y salvaje
para tener mayores comodidades?
¿Esa que sirve de base para la grandeza de tu patria?
¿Esa que les permite a tu gobierno y a ti,
sentirse los dueños de dios,
al que han  encerrado entre códigos de barras,
a quien sellaron sobre los billetes?

Mejor calla y vete en silencio hacia el norte. Por mí,
construye monumentales bardas alrededor de la tierra que has robado, por mí,
siembra más hombres con rifles al borde del río; porque así eres,
te deshaces de todo lo que no te sirve,
te espanta todo lo que no entiendes,
y de entender,
no entiendes nada,
te niegas a entender
que hay algo más que un signo del dinero,
algo más a cinco centímetros de tu cabeza
anegada de odio, de prejuicios,
de espanto y de asco,
de odio y de rabia.

No me hables de igualdad,
no me hables de misión divina,
no me hables de redención.

Asesinas y destruyes
cada vez que votas por tus políticos.

No me hables de humanismo.
Come tu hamburguesa,
bebe tu soda,
cambia tu realidad con la chequera.

Dispara los domingos,
dispara contra los tuyos,
dispara,
extermina todo eso que odias
y piérdete para siempre,
húndete en el hiperespacio,
exhíbete en el video mientras te disparas,
mientras terminas con todo eso que odias.

Dispara,
destruye el dinero que tienes por cerebro,
dispara,
conviértete en estrella de televisión.

Si en el último momento te arrepientes,
si te acobardas y no jalas del gatillo,
solo un favor,
no salgas de tu país,
nunca más.




VINTAGE GIRL

Somos mercancía,
si hay suerte genética,
destinadas estamos
a ser producto de colección.

Todas somos máquinas de reproducción en serie.
 Conforme pasa el tiempo,
perdemos  valor en el mercado.

Conforme pasa el tiempo,
los consumidores,
regatean con mayor insistencia.

Podríamos ocupar un lugar en la puja de los coleccionistas adinerados,
siempre  que             -claro está- sigamos las reglas del comercio
y nos adaptemos a los moldes más solicitados.

Al parecer no hay opciones de escape:
ricas y pobres tenemos que aceptarlo.

Hacer lo contrario cuesta: se cobra con aislamiento,
repudio, prejuicio, y al final,
seremos denigradas por ser viejas,
inadaptadas e insolentes,
 putas… raras.

Somos mercancía: podríamos no serlo.
Es la única oportunidad que tenemos
para escapar de la repisa del remate.

Algunas -unas cuantas- deciden no cumplir con el mercado,
Las menos, se niegan a ser reproductoras;
otras renunciamos a callar,
nos negamos a guardar en secrecía
todo eso que se acepta al recibir una argolla,
una herencia,
un patrimonio.

Nos preparamos para seguir el camino solas.

 Todas somos máquinas de reproducción en serie.

Sin ese poder,
no hay hombre que nos quiera; si lo hubiera,
entonces, habría encontrado el verdadero amor,
el más puro, el único;
porque carece de sentido vivir con un hombre
si no es para compartir la riqueza,
o eso me han dicho,
supongo, que igual resulta ridículo vivir con una mujer
que no garantice la herencia genética;
si eso existe, para mí es suficiente prueba
de que el amor no es sólo una idea. 



OMISIÓN

I

¿Cómo no dolerse del estado actual de las cosas?
No es que los tiempos pasados hayan sido mejores,
ni que hubiera más sentido de la moral,
de lo correcto, de lo mejor;
es que antes,
la vida nunca fue tan poca cosa;
se le podía apostar en la ruleta rusa,
pero resultaba excitante,
porque valía, no como hoy
que es tan fácil apretar el gatillo...


II

Siempre que me aterra la situación que vivo,
me pregunto: cuan responsable soy,
cómo participé en esta decadencia social,
cómo permití que todo pasara...


III

Miro a los ojos de mi hija,
su sonrisa es cascada, en su voz
todo es nuevo, todo es esperanza;
lloro al pensar en sus días,
me devora la culpa.




FE

Cansada de la petulancia,
del ego, de la vanidad,
sabe que la ira no es suficiente,
sabe que la solución es fácil.

Cansada de la soberbia del animal que no cree sino en lo que toca,
en lo que toma, en lo que posee,
cansada,
se ha materializado,
apesta y se desliza entre las manos,
apesta a sangre,
arde bajo el trueno de la bala,
incinera pueblos enteros,
aniquila la vida,
envenena el agua,
destruye el cielo,
corrompe la tierra.

Cansada, se ha vuelto materia,
ha dejado de ser etérea,
baila entre los dedos y se escapa de la angustia,
se escapa de la miseria.

De la lujuria, sale a bocanadas,
entre gemidos y gritos,
entre jadeos y sollozos,
entre virus y destrucción.

Cansada de la humanidad,
se ha convertido en droga,
en ego, en avaricia.
Quiere exterminarnos,
de una vez por todas
-sin vuelta de hoja-
Ha decidido no intentarlo de nuevo. Aquí,
se acaba la vida, aquí
se termina la ambición.

Así que deja de llamarle en medio del llanto,
deja de implorar su protección,
deja de golpearte el pecho y suplicarle que te salve de la tentación,
justo después de estallar en violencia,
justo después de pisotear,
justo después de abusar.

De nada sirve que le nombres
entre oraciones nocturnas que exhalas
atacado por la culpa.

Hoy es materia, como siempre,
vive entre nosotros, sólo que hoy
no le importa,
sabe que somos caso perdido.

Se ha dado cuenta de que perdió la batalla
y suena entre máquinas,
al caer de tu bolsa,
al tener un registro en las bolsas de valores.

Te equivocas de palabra cuando le llamas,
la palabra ya no es dios, mecías, redentor,
ya no es cordero, ya no es salvación,
ya no es luz,
ya no es iluminado.

Hoy su nombre es diverso y cambia a conveniencia de quien cree poseerle:
moneda, petróleo, plutonio,
dólar, euro, credito bancario,
cheque de cambio...

En realidad,
no importa.

Mañana, será nombrado en medio del caos
en medio de la destrucción total de la guerra

Mañana será cristalino, puro, esencial,
le llamaremos agua
y mataremos por su salvaguarda.

Igual que en el pasado.


POESÍA & CUCARACHAS

La cucaracha "más salvaje"
-la que camina sobre sus patas de elefante-
no llegó a la cita.

Se habría quedado en casa
-desidiosa-
por no estar del todo satisfecha
con su crujiente cabeza por la ansiedad.

Se dice poeta, se dice salvaje,
pero le teme a la locura, a la ansiedad, a la amarga caída del desamor
& en su "poesía"
nos llama Putas Brujas Gatas Perras Golfas Zorras,
todas somos basura por que
-de otra forma-
tendría que aceptar que somos diosas, y
-como cualquiera cucaracha-
tendría que aceptar que estamos fuera de alcance.

La cucaracha "salvaje" se dice "poeta",
pero huye del vértigo,
se dice "salvaje"
y le escribe al dios que ni conoce,
se dice "poeta salvaje"
y hace "poemas" con su lengua enferma de misoginia,
purulenta de homofobia,
de xenofobia,
de clasicismo,
de elitismo,
de racismo,
de odio.

Tartamudo por el TDA.
Bipolar,
la pobre cucaracha, miserable,
llora mientras ríe,
solloza mientras gime
& levanta las patas hacia el cielo
para alcanzar la grandeza que le ha sido negada.

Pobre Cucaracha se traba al hablar,
se tropieza al versar,
por que no tiene carácter y tenacidad, lo peor...
Ni puede ni quiere afrontar
que ha sido rebasada por las voces nuevas, y-entonces-
hundida entre vasos de cerveza,
en el medio de la cantina,
se le nubla la vista,
se le acalambran las patas
y la poesía,
se le niega entre suspiros y lamentos.

Pobre Cucaracha, ni poeta ni salvaje, ni amarga ni daña,
sólo cansa, sólo aburre y -en el peor de los casos-
se convierte en melasa
para adornar la nostalgia
interminable de añoranza,

de cobardía por que le tema a la vida.









2 comentarios:

  1. Saludos, poniéndolos al corriente:
    2011: Made in Taiwan -porque hasta el amor trae pegada la etiqueta- fue publicado en Guatemala por LETRA NEGRA editores, Notas del refrigerador -poesía post it- fue publicado por Cascada de Palabras, cartonera y DASEIN la niña flor, fue publicada por la editorial anterior y será publicada en Ecuador por El Quirófano ediciones en noviembre lo presentaré en Guayaquil, invitada al V Festival Internacional de Poesía Joven 2012.

    Les dejo mi blog
    http://monicagameros.blogspot.com

    contacto: monicagameros@gmail.com

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  2. Les dejo un poema de mi libro más reciente LAS ALAS DEL VERSO, Vol. 6 Colección 2012, Cascada de Palabras, cartonera

    [NECEDAD]

    Que dicen que no vale la pena volar, que me pierda,
    que me esté quieta, que me quede callada,
    que guarde todo intento de movilidad,
    que me apacigüe y no haga más.
    -Aquí te quedas, de aquí no sales,
    me dicen y ordenan:
    paga impuestos por respirar,
    deja de buscar entre los rincones
    de las calles convertidas en cajones…

    y cuestionan: de qué mierda hablas cuando describes al amor, puras ideas hippies que no te llevan a nada-

    y se repite y se repite la misma canción, y yo,
    que soy necia, digo que el amor está convertido en piedra, y ellos, que son cabeza dura
    dicen que el amor no vale una tabla,
    que con eso no se paga una cena,
    una rebanada de nada,
    y me exigen y me arrinconan y me gritan:
    -deja de ver los cables de la azotea,
    no dividen nada, no son crucigramas,
    ¿a qué te quedas viendo las hojas por las que el sol pasa?
    No veas, no observes, no escribas,
    no viajes, guarda silencio, no presiones,
    nada cambia, todo queda igual,
    nada cambia, todo se queda como está...

    Y yo, que crecí entre tendedores de colores,
    entre callejones grises pintados con flores, y yo,
    que no tengo nada más que las palabras, no puedo obedecer -aunque quisiera, no podría-
    se me hace nudo la voz, se me atora en la garganta,
    me asfixia y me ahoga,
    es esta lumbre que me prende,
    esta cosa que me incendia,
    es un eco convertido en avalancha,
    una loquera que no me da paz,
    algo a lo que le dicen alma,
    algo a lo que llamo libertad, y yo,
    que no me sé estar callada -respondona como siempre-
    voy por las calles pensando en poemas,
    y me doy cuenta de que la voz se me hace canción,
    me doy cuenta, de que la gente no sonríe,
    sólo marcha, sólo espera
    y se traga la impaciencia y se llena de calma,
    y se llena de miseria, y yo,
    que no me siento parte de nada,
    veo observo y pienso, siempre en verso.

    Es, como sí ya no supiera hablar,
    como si ya no fuera gente normal,
    nomás agarro la pluma
    y se me salen las metáforas de los dedos,
    nomás agarro la hoja y a borbotones,
    las palabras se me vuelven pájaros
    que se van a dar la vuelta, desde lo alto,
    para vernos así,
    chiquitos como hormigas en marcha continua,
    todos en fila, todos trabajando para comprar
    un poco de comida, un poco de tela, un poco de vida.

    Camino por las calles en silencio,
    es un momento de paz en medio de la histeria colectiva,
    un momento en el que puedo hablar al viento,
    aunque me crean loca, aunque me crean ilusa,
    aunque me crean una bala perdida,
    y voy por las calles, como partícula suelta
    y pienso, observo, y luego,
    mis ojos son hojas, mi voz llovizna,
    la vida muros altos en los que escribo sin reparo,
    sin pensar en quien lee, sin imaginar si quiera,
    si algo de lo que escribo tendrá eco en algún lado.

    No importa, para qué preocuparse,
    si la poesía no sirve para usarla como calza de nada,
    si el arte no es nada
    mientras la vida se convierte en mercancía.

    Vivir así, con los dedos rebelados,
    con las imágenes escapando de la mente,
    con los días escurriendo por las hojas,
    con las palabras vueltas poesía.

    Vivir así aunque no pague renta, vivir así
    en vez de morir un poco cada día,
    atosigada con la miserable y aburrida vida
    de quien es productivo mientras se tiene energía,
    de quien es sólo carne, sólo histeria, vivir así,
    ser una cosa extraña, una palabra suelta, un poema.

    Soy necia, no cabe duda.

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